Me gustaría dejarla entrar y ella lo sabe.
Es una gata que de pronto siento la envió Gato. No le digo gata, todavía no he definido el nombrarla. La última vez le dije chaparra. eso es preocupante , yo les decía chaparros a mis perros de cariño.
Aquí estamos ella queriendo entrar sabiendo que no puede. Mi hermano no le gustan los animales, le agregamos que mi hija es alégica a los gatos. No que viva conmigo , mi hija, pero cuando viene podría sentirse mal.
Cualquiera pensaría que ella ante esto se retiraría pero no, es como si entendiera.
Se diría que hasta se preocupa por mí. Cuando no me ve salir por varios días va y me llama desde el garage o frente a mi cuarto se pone a maullar para que me asome. Me asomo, claro.
Las personas de la privada en que vivo, piensan y afirman es el gato de la casa de al lado. No que la dejen entrar a la casa, le ponen comida y una caja de cartón en el garage, y le hacen gracias cuando la ven. La señora dice le agrada, pero más allá de eso no hace. Para no complicar las cosas yo aceptó ante los demás es así. Gata está ahí porque no puede entrar acá, y yo no le pongo comida ni casa ni nada para que no piense que podría. Ella insiste y conozco cual es su esperanza.
Siendo francos ignoro el por qué. Si viviera sola en estos momentos le daría de comer, le pondría su cojín y hubiera comprado cosas de gatos, es lo que acabe haciendo con Gato. Gato fue mi primer contacto cercano con un gato. Amo a Gato aunque no lo diga, él me enseñó lo que sé de gatos, lo cual no es mucho pero me quitó ideas de lo que la gente supone es un gato. Él también llegó pequeño queriendo que alguien lo adoptara o que varios lo hicieran. Se me dificulta hablar de él, un nudo aparece en mi garganta.
A Gato ya lo había vacunado, lo llevé a operar, oficialmente aparecía como su dueña y dutante el día entraba a dormir o a hacerme compañía cuando se ofreció la oportunidad del trabajo en el cual estoy en la cdmx. En ese entonces vivía en Cholula y estaba con la preocupación de que hacer con Gato. En casa de mis padres no lo aceptarían y no iba a ganar lo suficiente para pagar una renta, aparte de que él estaba acostumbrado a vagar sin restricciones. Así las cosas, recuerdo la última vez que lo ví recibiendo a uno de los inquilinos de los departaments en que vivía. No volví a verlo, murió no sé donde.
Me pregunto de donde salen todas estas ideas de los gatos, mientras gata insiste y yo resisto.
ml
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